Domingo 19 de abril de 2020
Culto Cristiano del Primer Domingo después de Pascua
Liturgia e himnos seleccionados, junto con la reflexión para este domingo por el Pr. Andreas Handstein. .
Celebramos hoy el 1er Domingo después de Pascua
“Quasimodogeniti” – “Como niños recién nacidos”
Es gracia que nazcamos completamente de nuevo a través del CRISTO resucitado, de modo que tengamos nuevas fuerzas en las debilidades.
Preludio órgano
Versículo de la Semana:
Bendito eL DIOS y Padre de nuestro Señor JESUCRISTO, que según Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de JESUCRISTO de los muertos.
(1er Pedro 1,3)
Himno: “Cuando la trompeta del Señor se entonará”
En el Nombre del PADRE y del HIJO y del ESPIRITU SANTO.
Nuestra ayuda es en el Nombre del Señor, quien hizo los cielo y la tierra.
Salmo de la Semana: Salmo 116,1-9
La Liberación de la muerte
116 Amo al Señor, pues ha oído mi voz y mis súplicas; 2 Porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, le invocaré en todos mis días. 3 Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol; angustia y dolor había yo hallado.
4 Entonces invoqué el nombre del Señor, diciendo: Oh Señor, libra ahora mi alma.
5 Clemente es el Señor, y justo; sí, misericordioso es nuestro Dios. 6 El Señor guarda a los sencillos; estaba yo postrado, y me salvó. 7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque el Señor te ha hecho bien. 8 Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar. 9 Andaré delante del Señor en la tierra de los vivientes.
Adoremos al Señor:
Gloria sea al PADRE y al HIJO y al ESPIRITU SANTO, como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Confesión de pecado y llamada de profesión:
DIOS de misericordia confesamos que estamos esclavizados por el pecado y no podemos liberarnos nosotros mismos. Hemos pecado contra Ti en pensamiento, palabra y obra por lo que hemos hecho y por lo que hemos dejado de hacer. No Te hemos amado de todo corazón, no hemos amado a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Por amor de Tu Hijo JESUCRISTO, ten piedad de nosotros. Perdónanos, renuévanos y dirígenos por medio de Tu ESPIRITU SANTO, a fin de que Tu voluntad sea nuestra alegría y andemos por Tus caminos siempre, para Gloria de Tu Nombre.
Señor, ten piedad de nosotros
CRISTE, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Gloria
Gloria a DIOS en las alturas: Y en la tierra paz y para los hombres buena voluntad.
A DIOS dad gracias, dad honor y gloria en las alturas; pues, sabio y grande protector, bendice a sus criaturas; con fuerzas y buena voluntad, remedia la necesidad y alivia las tristuras.
Amen
Oración
Señor DIOS todopoderoso, Padre celestial, Tú que Te revelaste en Tu Hijo JESUCRISTO,
Tú estás cerca de los que Te invocan, por eso adoramos tu misericordia y Te alabamos por todo lo bueno, que nos has concedido en cuerpo y alma. Danos mentes abiertas a escuchar Tu Santa Palabra, que habla de Tu maravillosa creación y de la resurrección de Tu Hijo JESUCRISTO.
Te damos gracias por Tu único y amado Hijo JESUCRISTO nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el ESPÍRITU SANTO, siempre un solo DIOS por los siglos de los siglos.
Amen
Epístola: 1er Pedro3,3-9 (Reina Valera)
Una esperanza viva
113 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Evangelio: Juan 20,20-29 (Reina Valera)
JESÚS aparece a sus discípulos y la incredulidad de Tomás
2019 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. 22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto,
Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
¡Gloria a CRISTE, Aleluya! – ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!
Credo Apostólico
Creo en DIOS Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Y en JESUCRISTO Su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra del ESPIRITU SANTO, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucito de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de DIOS, Padre todopoderoso; y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el ESPIRITU SANTO; la Santa Iglesia Cristiana, la comunión de los santos; el perdón de los pecados, la resurrección de la carne ya la vida perdurable. Amén
Himno: “Cuan grande es ÉL”
Predica: Isaias 40,26-31 (Serie IV, Ve abajo)
Himno: “Al Rey adorad”
Oración final – Padre nuestro
¡Señor, DIOS Padre de nuestro Señor JESUCRISTO!
Te damos gracias porque Tú Te diriges a nosotros por Tu Santa Palabra, que habla de la maravillosa creación, de la cual somos parte. Tú nos ves en nuestra debilidad y tribulación y nos das nuevas fuerzas, para que podamos seguir viviendo en este mundo inseguro.
Concede, que haya paz entre las naciones y que reine la justicia sobre la tierra.
Habita en los hogares de nuestra congregación. Ayuda a los jóvenes y adultos, que Te honran y obedecen.
Haz, que Tu ESPIRITU habite en nuestros colegios de modo que se desarrolle una generación que con alegría testifique de Tí.
Sé con todos aquellos que Te invocan en momentos de necesidad, pobreza y enfermedad y no permitas que caigamos en desesperación, deshonra o vicio.
Sé con los miembros de nuestras comunidades, que están en dificultades, los que no saben cómo seguir y en especial con los que están enfermos.
Protégenos en este tiempo, en que una pandemia amenaza nuestras vidas. Darnos la consciencia, que solo en Ti tenemos refugio y protección.
Mantennos firmes en la comunión contigo hasta que finalmente podamos alabarte ante Tu trono por la eternidad.
Te damos gracias por toda bondad y misericordia con que Tú nos rodeas en todos los días y las tribulaciones.
Te damos gracias por Tu único y amado Hijo JESUCRISTO nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el EPSÍRITU SANTO, siempre un solo DIOS por los siglos de los siglos.
Amen
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre; venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo; el pan nuestro de cada día dánoslos hoy;
y perdónanos nuestra deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos
dejes caer en la tentación; más líbranos del mal. Porque Tuyo es el Reino, el poder y la gloria.
Amen
Himno final: “De boca y corazón” (CC 193,EKG 228;Crüger/Rinckart, texto almn.abajo)
Bendición final
El Señor te bendiga y te guarde. Haga el Señor resplandecer Su rostro sobre ti
y tenga de ti misericordia.
Vuelva el Señor Su Rostro sobre ti y te conceda Su paz.
Amen
Postludio órgano
Predica Isaías 40,26 – 31
26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién crió estas cosas: él saca por cuenta su ejército: á todas llama por sus nombres; ninguna faltará: tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud. 27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino es escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los mancebos se fatigan y se cansan, los mozos flaquean y caen: 31 Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
¡Estimada comunidad!
Cantamos “Cuan grande es ÉL”. La grandeza de DIOS se muestra en Su creación, en Su gracia y bondad ilimitada, que nuevamente se muestra en la resurrección de JESUCRISTO.
“Si DIOS es todopoderoso y omnipotente, entonces ¿qué me podría faltar, ya que ÉL puede darme todo y hacer todo para mí? Si ÉL es el Creador del cielo y la tierra y Señor de todas las cosas, ¿quién puede quitarme algo o hacerme daño? ¿Cómo todas las cosas no podrían servirme, si DIOS, a quien estamos sujetos y a quien debemos obediencia, me concede todo lo bueno? No hay nada, que sea tan difícil o tan imposible, que DIOS no pueda realizar por medio de Su Palabra, como nos muestra el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.”
Estas palabras dijo Lutero en el “Librito de la oración” (1522) y en una lectura académica sobre el libro Génesis (1535-45). En el fondo es una prédica corta de lo dice el profeta Isaías. Gracias a la omnipotencia, sabiduría y benevolencia del Todopoderoso, podemos llevar una vida siempre llena de esperanza, que nos es garantizada por el CRISTO resucitado.
Levantemos lo ojos y miremos, andemos por el mundo con plena consciencia y vamos a percibir, lo que ÉL creó: las maravillas increíbles de la naturaleza, la perfección del sistema ecológico, el universo, las estrellas, sol y luna, todos los seres vivos; y el ser humano, que DIOS creó a cada uno de manera individual, cada uno con sus propias características inconfundibles, y a todos llamó por su nombre.
Sin embargo uno se podría decir: Como este gran DIOS, que creó el universo y el mundo, que ejecuto una obra tan grande, una obra sobre toda imaginación humana; ¿cómo este creador podría prestarme atención precisamente a mí, una persona entre miles de millones, a mí, un pequeño hombrecito insignificante? Este gran DIOS puede pasar por delante de mi.
Así pensaban muchos hombres entonces al igual que hoy. Tienen la sensación que DIOS no les ve y que no se preocupa de su situación, que no tiene ningún interés en los hombres. Hasta cierto punto esta actitud quizás es comprensible, pues la condición del mundo, no es precisamente agradable. Si el profeta hace la pregunta: ¿… por qué te quejas? (V 27a) entonces esta pregunta no lo hace en vano, sino tiene su motivos y requisitos: tribulaciones y aflicciones. Esto se refiere a todos los aspectos: familia, sociedad, economía, cultura y universalmente. Y ahora la amenaza por una peligrosa enfermedad. No hace falta enumerar los problemas y miserias del mundo y del presente.
Sin embargo un problema especial del hombre moderno de hoy puede ser, que ha perdido la capacidad de asombrarse y de maravillarse de la obra de DIOS, por tantas grandes obras que el hombre mismo ha hecho, de tantos logros de la ciencia y de la tecnología. Existe además la tendencia, de tomar su destino en sus propias manos en vez de ponerlo en las manos de DIOS, el hombre quiere independizarse de ÉL, quiere vivir en su propia disponibilidad. Pero, -aunque inconscientemente-, el hombre sienta su debilidad y falibilidad y por eso empieza a preguntar, por qué DIOS no mira su situación, que nuevamente se produce insatisfacción, inseguridad y el temor de estar solo en sus tribulaciones.
Sin embargo, en el comienzo de, lo que dice el profeta no aparece aquella pregunta: “¿.. por qué …?” sino una exhortación. Dice:
“Levanten los ojos al cielo y miren: …” (V 26aa).
Esta exhortación abre una perspectiva completamente diferente de que produce la ansiosa pregunta: “¿Cómo este gran DIOS puede darse cuenta de mi?” En realidad es lo contrario. Quien mira con asombro la creación reconoce:
Este gran DIOS, que creó el mundo y a mí mismo, ¿por qué Este no debería preocuparse de mí, ya que soy también parte de Su creación? Esta pregunta expresa que la fe en la creación y la fe en la salvación por CRISTO van juntas. Y el hecho, que el mundo todavía exista, a pesar de todo, lo que el hombre ha hecho con el, nos muestra, que DIOS en su grandeza mantiene Su mundo e igual al hombre.
Lo extraordinario, que expresa la palabra de Isaías, es decir la promesa del Señor, existe en la grandeza, que de los maravillosos fenómenos de la creación se recibe un gran consuelo y una notable esperanza para el alma atormentada y desesperada. La fe en la creación y la fe en la salvación por CRISTO son inseparables, ya que la creación y la salvación son dos realidades unidas en el plan universal de DIOS, según el cual ÉL nos guía con Su mano sabia, con razón y bondad; aunque muchos teólogos y “sabios del mundo” rechacen esta verdad. El DIOS eterno, el creador del mundo no descansa ni duerme y su inteligencia y razón no tienen límites (V28b).
El profeta nos dice también en qué consiste la bondad y razón de DIOS: que da fuerzas al cansado y al débil le aumenta su ánimo (V 29). Cierto allí y aquí hay cansancio, fatiga y caída (V30), también entre las personas más fuertes como hombres y jóvenes
Creo, que no se trata en primer lugar de las fuerzas o debilidades corporales, sino de las del alma desgarrada. Pero el Señor conoce nuestra condición. Diciendo que los que confían en DIOS tendrán nuevas fuerzas y que podrán volar como las águilas, es una imagen para la recuperación y regeneración misteriosa del alma; es un tema espiritual. De manera parecida el apóstol Pablo dice, que el ESPIRITU nos ayuda en nuestra debilidad (Romanos 8,26aa).
Donde sopla el ESPRITU es como la lluvia después de la sequía, como el pan después del hambre, como la esperanza después de la desesperanza y como la salud después de la enfermedad. En este sentido nos levantarán las alas como las águilas y siempre podemos y debemos pedir al Señor estas fuerzas, dado que es la misma fuerza, con la cual despertó a su Hijo JESUCRISTO.
Amen
Nun danket alle GOTT