Oficinas de la Comunión Mundial – Ginebra 11 de marzo de 2019
Recurso litúrgico: Oración de intercesión
Estimadas hermanas, estimados hermanos;
Cada día recibimos nuevas informaciones sobre la expansión del COVID-19, el coronavirus.
Medidas de restricción del movimiento han sido impuestas en muchos países para contener la expansión y evitar el colapso del sistema de salud.
En las lecturas diarias podemos leer para el 10 de marzo: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.” (traducción, Dios habla hoy)
Queremos animar las iglesias miembro de la FLM, su liderazgo y a la membresía, a tomar en serio este versículo bíblico en estos tiempos y llevarlo en el corazón.
Es un tiempo para continuar confiando en la presencia compasiva de Dios entre la humanidad.
Adquirimos valentía sabiendo que Dios nunca nos abandona, aunque significa recorrer las experiencias de la cruz. Vemos la cruz de Cristo como un signo de fuerza y esperanza.
El llamado a la autodisciplina, planteado en el versículo bíblico de arriba, va en conjunto con el llamado de amar quienes nos rodean. Amor y autodisciplina son uno para el otro, más aun en estos días.
Si evitamos el contacto innecesario, somos capaces de demostrar nuestro amor y preocupación por quienes son más vulnerables.
Les llamamos tener autodisciplina, como un regalo de Dios.
En circunstancias especiales puede significar repensar o revisar prácticas de reuniones, cultos y ceremonias religiosas.
Estamos agradecidos por el ejemplo que las FLM iglesias miembros de Asia ofrecen al respecto. (https://www.lutheranworld.org/news/churches-asia-advise-prudence-covid19-outbreak) y les animamos a hacer las actividades necesarias, siempre con el fin de contener el virus y proteger los vulnerables.
Recomendamos que se continúe seguiendo las instrucciones de las estructuras públicas de salud en sus países. Mucha información falsa está circulando. Detengan la expansión de mala información confiando fuentes oficiales, incluyendo la Organización Mundial de Salud. (https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019)
Invitamos la membresía de las Iglesias en todo el mundo orar los uno por los otros, particularmente por los países e iglesias que se encuentran en el epicentro de la expansión del virus.
Hay dificultades cuando las relaciones habituales y diarias no pueden ser expresadas como tenemos por costumbre. Trabajadores y empleadores tienen preocupación por el futuro.
Personas de todas las edades se preocupan por su salud.
Como nos referimos a este nuevo desafío les llamamos a recordar a quienes están expuestos a otros desafíos de salud diariamente: dengue, malaria, HIV SIDA que siguen siendo realidades devastadoras y otras enfermedades que amenazan la vida.
Es nuestra oración que el coronovirus no nos haga indiferentes a estas realidades.
Al contrario, comprendiendo otra vez la vulnerabilidad de la vida humana, sea este un momento para comprometerse nuevamente en oración y servicio de amor para el vecino (Lucas 10,25-37).
Con humildad compartimos estos pensamientos de ánimo, mientras realizamos constantemente oraciones para ustedes.
En Cristo,
Arzobispo Dr. Musa Panti Filibus – Presidente
Rev. Dr. Martin Junge – Secretario General
Traducción del la Pr. Hanna Schramm