El pasado sábado 31 de mayo se realizó una nueva versión del Consejo Sinodal Ampliado de la Iglesia Luterana en Chile (ILCh), una de las limitadas ocasiones en la que distintos pastores, líderes y representantes se reúnen de manera presencial para discutir sobre el presente y futuro de la institución.
En esta oportunidad, la comunidad El Redentor (Santiago) fue la encargada de recibir a los participantes. marcando una diferencia con las anteriores versiones de este encuentro que tradicionalmente eran llevados a cabo en Puerto Fonck. Tras un desayuno, la pastora Hanna Schramm inició las actividades por medio de un devocional que recordó a los asistentes la importancia de enfocar la mirada hacia el cielo en nuestro día a día.
Tras ello, los participantes se reunieron en la sala de la comunidad para rendir cuentas y presentar informes sobre el último periodo, con un especial foco en el presente de cada comunidad, destacando además sus desafíos con mirada hacia el futuro, exposiciones que duraron todo el día y sólo fueron interrumpidos por descansos y las respectivas comidas del día.
“Es muy importantes reencontrarnos cara a cara. Normalmente nos reunimos de manera online, pero vernos presencialmente rescata la comunión que tenemos entre nosotros, enriqueciendo el encuentro. Lo que más me sorprende es el amor que cada uno tiene por sus comunidades y la capacidad que tenemos de conversar y llegar a acuerdos, más allá de las pequeñas diferencias que podamos tener”, mencionó el obispo de la ILCh, Esteban Alfaro.
“Empezamos a definir nuestro Sínodo, el que se realizará entre el 11 y 12 de octubre de este año en Santiago. Se modificó un poco la estructura, porque tendremos un culto de apertura que se realizará el viernes 10 del mismo mes, y también invitaremos a gente del mundo ecuménico con el que nos relacionamos, como las iglesias Católica, Ortodoxa y Evangélicas”, destacó el presidente de la ILCh, Walter Dümmer.
Tras disfrutar de una once en comunidad alrededor de las 18:30 hrs, los asistentes comenzaron a retirarse a su hogares, alegres de haberse reencontrado cara a cara y con la mirada puesta en el Sínodo de octubre.