Una rutina de distintas actividades entretenidas fue lo que vivieron los niños en la versión de este año del Campamento de Niños en la localidad de Puerto Fonck, a orillas del lago Llanquihue. Este tradicional encuentro es realizado cada año en el mismo lugar y conlleva un espacio lúdico de aprendizaje sobre la fe luterana que caracteriza a la Iglesia Luterana en Chile.
Realizado entre los días 7 y 11 de enero, el campamento estuvo a cargo de la pastora Hanna Schramm, el pastor Eduardo Rojo y el vicario Karl Michael, quienes fueron apoyados por un equipo de jóvenes colaboradores. Ellos guiaron a los más de 60 niños de entre 8 y 13 años en el tema “La Odisea de Noé”, los sucesos acontecidos en el Antiguo Testamento que llevaron a un diluvio universal y la realización de un nuevo pacto entre Dios y la humanidad.
“Con respecto al tema de este año, con los niños hablamos sobre cómo los seres humanos tienden a dañar su entorno, ya sea con o sin intención, y reflexionamos sobre qué hacer para cambiar esto. También pudimos conversar sobre nuestra relación con los animales y mascotas, los difíciles tiempos de escasez y la importancia de la paciencia en torno a los procesos que uno vive”, mencionó la pastora Hanna Schramm.
Durante cada jornada, los niños compartieron en distintos plenarios en la iglesia de Puerto Fonck, en los que fueron introducidos al tema, y luego compartieron sobre él en distintos grupos. Durante estas instancias, existió un ambiente de confianza en el que los menores pudieron abrirse con sus pares, conversar y aprender más sobre cómo viven su fe.
“Nos quedamos muy contentos con el ambiente que fue creado. Nos sorprendió que hubo un espacio de confianza que permitió los campistas se abrieran para contar sus opiniones y experiencias personales”, destacó la pastora.
Durante cada día, los niños pudieron disfrutar también de distintas actividades de alianzas mediante juegos en la tarde, realización de talleres, un horario de playa para bañarse en el lago Llanquihue y noches en las que se realizaron distintas actividades especiales.
Para Karl Michael, vicario de la Iglesia y quien participó por primera vez en un Campamento de Niños en Puerto Fonck, la Noche de Talentos marcó un momento muy especial y que reveló el gran cariño y apoyo que se dio entre los menores.
“Recuerdo que fue un espacio muy divertido en el que ellos pudieron expresar la creatividad y mostrar sus distintas habilidades. Sin embargo, destaco especialmente un momento bonito en el que una chica quería bailar, pero se cohibió en el momento. A pesar de ello, sus compañeros no dudaron en apoyarla como grupo y bailar con ella, aunque no se supieran la coreografía, lo que le dio la confianza para mostrar sus habilidades”, mencionó.
Si bien tanto la pastora Hanna Schramm como el vicario Karl Michael reconocen que trabajar con niños implica un desafío respecto a mantener su atención, especialmente durante las presentaciones sobre el tema del Arca de Noé, valoraron que siempre tuvieron a su disposición un equipo de colaboradores muy responsable, incluso con presencia de algunos profesionales con experiencia en el trabajo con niños.
“Considero que los niños tuvieron un buen comportamiento, y me pareció que fueron muy participativos y receptivos con lo que los colaboradores y encargados decíamos, incluyendo indicaciones e instrucciones. También esto se lo debemos al gran equipo de colaboradores con el que contamos, quienes disponían de distintos conocimientos y herramientas profesionales que nos permitió mantener la atención de los niños”, destacó Karl Michael.