Por Sra. Georgina Arriagada – Presidenta de ADELMA
Lucas 10:38-42
“Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo:
—Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola?¡Dile que me ayude!
—Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada pormuchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, ynadie se la quitará.”
En este Día Internacional de la Mujer, quisiera compartir esta reflexión que nos presenta a dos mujeres: hermanas,con caracteres muy distintos, pero que amaban a Jesús.
Podemos ver que esta historia se repite hoy en día; donde Marta representa a aquellas personas que se afanancada día, ya sea con sus trabajos, preocupaciones o quehaceres… sin dejar espacio para tener una relación con Cristo.
Por otro lado, tenemos a María, que representa a aquellos que, cansados e igualmente preocupados, dejan todo de lado y se dan el tiempo para escuchar su Palabra, meditar en sus enseñanzas o simplemente orar acercándosea Jesús.
El preocuparnos por las tareas diarias no es malo, por el contrario, llevarlas a cabo también es parte de nuestraadoración a Dios. Pero el “afanarnos” de tal manera de no dejar espacio en nuestra vida a esa relación con Jesús, es lo que nos aleja y separa de su camino pues es una forma de idolatría. Debemos llegar a lograr un equilibrio entre la ocupación y la preocupación. Porque adoración y servicio son necesarios y complementarios.
¿Con quién te representas más?
¿Con Marta? ¿Con María?
A veces somos María, a veces somos Marta, porque cada día luchamos con problemas, preocupaciones, tristezas, pérdidas, etc., pero, como mujeres cristianas, sabemos que Jesús está ahí, acompañándonos y exhortándonos a seguirle, como también lo hizo con María.
Oremos para que Dios nos guíe y ayude a ser luz donde nos ha colocado, para escuchar su Palabra y serle fiel y así sacar la mejor parte. Amén.
Georgina Arriagada Adriazola
Presidenta ADELMA