Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia Luterana en Chile:
Como ya muchos de ustedes saben, gracias al programa de Intercambio académico de la Universidad Católica y el apoyo de la comunidad El Redentor, me encuentro realizando un año de estudio en la Eberhard Karls Universität Tübingen. Son tantas cosas que podría contar…experiencias, lugares visitados, mis estudios de Teología etc. Sin embargo, quisiera compartirles uno de los trabajos que más me gusta realizar. La Iglesia Evangélica en Alemania se ha comprometido en la ayuda con los miles de inmigrantes y refugiados que llegan a este país buscando esperanza. Cientos de comunidades se han involucrado en esta tarea que se comparte con otras organizaciones de la sociedad civil. En mi barrio existe la AsylSüdStadt, organización ecuménica que colabora al gobierno para la integración de los refugiados que han llegado a este lugar de la ciudad.
Y como parte fundamental de mi preparación para el pastorado es el área “práctica” he tenido la oportunidad de colaborar en el trabajo que la comunidad realiza en favor de nuestro prójimo, siguiendo la enseñanza que Jesucristo nos ha dejado (Mateo 25.35-36). En especial me han pedido que “apadrine” a dos chicos afganos – Asif y Hashimat—quienes luego de un largo y duro viaje han llegado a Tübingen. Tuvieron que dejar su tierra natal, sus familias (Asif es padre y su hija sigue en Afganistán), amigos, vidas etc. debido a la guerra y a los conflictos que afectan a medio oriente. Junto con Michaela (de la Iglesia Católica) hemos intentado acompañarlos y ayudarlos en cosas cotidianas como leer una carta del gobierno, habilitar el celular; y también en el comienzo del aprendizaje del alemán. También en salir y compartir a través de la ciudad, que se sientan parte de esta tierra que los acoge y los recibe. A pesar de que existen algunas muestras de violencia, discriminación y odio racial, la gran mayoría de los ciudadanos apoyan iniciativas de ayuda e integración, y es en ese aspecto, donde las iglesias dan testimonio de su fe, mediante obras de amor a quienes más lo necesitan.
¿Porque les cuento sobre esto? No solo con el fin de relatar una noticia, sino también de que como comunidades se pueda reflexionar sobre la temática de la inmigración. Día a día cientos de personas llegan a Chile buscando un mejor futuro, buscando esperanza. Y lamentablemente podemos ver como en algunos sectores de la sociedad se les rechaza y se les discrimina. ¿Tienen los cristianos algo que decir al respecto? ¿Tiene una voz la Iglesia Luterana, cuyas raíces en Chile tienen cerca de 150 años, con inmigrantes que llegaron buscando un nuevo comienzo en sus vidas? La palabra de Dios, que para los protestantes es el fundamento de nuestra fe nos señala “No hagáis sufrir al extranjero que viva entre ustedes” Levítico 19.33.
Un cordial saludo desde Tübingen, y que el Señor nos acompañe en nuestro caminar.
En Cristo. Pablo