Entre el 16 y 20 de julio, más de 1.200 jóvenes se reunieron en el Sínodo de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana de Brasil (IECLB), el cual se realizó en el municipio de Domingo Martins (región de Espírito Santo) después de cinco años sin reuniones presenciales debido a la pandemia del Covid-19.
Es en esta instancia que también se realiza el Congreso Nacional de la Juventud Evangélica, también conocido como Congrenaje, considerado como el espacio más grande y representativo que tiene la juventud de la ICELB, sumando a representantes juveniles de todo Brasil y, en esta oportunidad, 20 invitados de las regiones de África, Europa, Latinoamérica y El Caribe.
Este año, el Congrenaje contó con la participación de seis representantes de la ILCh, delegación que estuvo compuesta por Francisco Gómez, María Ignacia Hoffmann, Josefa Hoffmann, Antonia Tapia, Felipe Sepúlveda y Agustín Fernández.
“En el Congrenaje se hace una tarea tremenda, como es reunir a más de 1.200 personas. Al asistir pudimos aprender mucho sobre cómo organizar eventos a tan gran escala, cómo liderar discusiones, y cómo otras iglesias abordan el liderazgo y los asuntos de los jóvenes”, explicó Francisco Gómez, representante de los jóvenes de la ILCh y parte del equipo de coordinación de éstos para la región de Latinoamérica y El Caribe.
Durante cinco días, los jóvenes se sumaron a las distintas actividades que suelen realizarse en el Sínodo de la iglesia brasileña, entre las que destacaron estudios bíblicos, talleres, dinámicas, juegos y otros tipos de instancias de comunión. En esta oportunidad, todas ellas tuvieron como principal tema “¿Cuál es tu esencia?”, pregunta inspirada en Efesios 5:2: “Lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios”.
“Fue un momento que nunca olvidaré y siempre va a quedar en mi memoria, sobre todo a las personas que nos acogieron con tanto cariño y se dieron el tiempo y la paciencia de ayudarnos con las traducciones. Definitivamente me ayudó en mi crecimiento espiritual como líder de mi comunidad”, opinó María Ignacia Hoffmann, quien integró la delegación de la ILCh.
La invitación de la ILCh al Congrenaje tiene su origen en un proyecto conjunto entre nuestra Iglesia y la IECLB, quienes se encontraron anteriormente en la Preasamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM) en Colombia entre el 17 y 21 de abril. En esa ocasión, se acordó que se recibiría a representantes de la ILCh en el Congrenaje 23’, mientras que nuestra Iglesia lo haría con jóvenes brasileños durante los próximos dos años en el tradicional campamento de Puerto Fonck.
Durante la instancia, los representantes los 20 representantes de las delegaciones extranjeras se sumaron a la iniciativa de plasmar en un lienzo la esencia de la juventud luterana internacional. Para ello, se dibujaron flores de distintas formas, tamaños y colores, representando así la diversidad como principal característica de los jóvenes.
“Si bien todas las actividades del Congrenaje fueron una gran experiencia, destaco principalmente la relación que pudimos forjar con los jóvenes de otros países. La comunión que logramos alcanzar fue gigante, y agradezco mucho a quienes nos acompañaron en esta gran experiencia”, destacó Francisco Gómez.
Tras los cinco días de actividades, los jóvenes de la ILCh retornaron a sus hogares con la promesa de que esta no sería la última participación de nuestra Iglesia en un Congrenaje, por lo que se espera una futura asistencia en el Sínodo que realizará la IECLB en dos años más.