(Pastor Esteban Alfaro. El Redentor. Santiago)
1)Himno de entrada:
424 Despunta el alba, (Libro de Liturgia y Cántico).
(Lector)
2)Invocación: Estamos reunidos en el nombre del Padre; del Hijo; y del Espíritu Santo. Amén.
3)Introito: Salmo 119:129-136.
119-129Tus mandatos son maravillosos; por eso los obedezco. 130 La explicación de tus palabras ilumina, instruye a la gente sencilla. 131 Con gran ansia abro la boca, pues deseo tus mandamientos. 132 Mírame, y ten compasión de mí, como haces con los que te aman. 133 Hazme andar conforme a tu palabra; no permitas que la maldad me domine. 134 Líbrame de la violencia humana, pues quiero cumplir tus preceptos. 135 Mira con buenos ojos a este siervo tuyo, y enséñame tus leyes. 136 Ríos de lágrimas salen de mis ojos porque no se respeta tu enseñanza.
4)Confesión:
(Lector) Hermanos y hermanas en la fe, ya que estamos claramente en presencia de Dios abramos nuestros corazones y mentes a nuestro Señor. En el Salmo 32 está escrito:
“Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido perdonados por completo. Feliz el hombre que no es mal intencionado y a quien el Señor no acusa de falta alguna. Mientras no confesé mi pecado mi cuerpo iba decayendo con mi gemir de todo el día, pues de día y de noche tu mano pesaba sobre mí. Como flor marchita por el calor del verano, así me sentía decaer. Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad, decidí confesarte mis pecados y tú, Señor los perdonaste”.
(Lector) Siendo así nos invito a confesar ante Dios nuestra condición humana y nos invito a presentarle a Dios nuestros actos y nuestras conciencias; sabiendo que de Él brota constante el perdón y la redención que traen salud a nuestro cuerpo y espíritu.
(Lector) Nos confesamos ante Dios en silencio.
5(Kyrie:
Señor ten piedad de nosotros
Cristo ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
6)Oración:
(Lector) Te damos gracias, Señor, por tu perdón. Por el
amor que nos entregas; porque renuevas nuestro espíritu con el don de tu misericordia. Amén.
7)Gloria:
(Lector) Gloria a Dios en las alturas!!
(Comunidad)En la tierra paz….
A Dios dad gracias…
(Lector) El Señor sea con vosotros.
(Comunidad) Y con tu espíritu!!
8)Lectura: Génesis 1:26-28.
26 Entonces dijo: «Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo.»
27 Cuando Dios creó al hombre,
lo creó a su imagen;
varón y mujer los creó,
28 y les dio su bendición:
«Tengan muchos, muchos hijos;
llenen el mundo y gobiérnenlo;
dominen a los peces y a las aves,
y a todos los animales que se arrastran.»
9)Himno: 592. Cuán grande es Él. (Libro de Liturgia y Cántico)
10)Prédica: Gálatas 3:23-29.
23 Antes de venir la fe, la ley nos tenía presos, esperando a que la fe fuera dada a conocer. 24 La ley era para nosotros como el esclavo que vigila a los niños, hasta que viniera Cristo, para que por la fe obtuviéramos la justicia. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos a cargo de ese esclavo que era la ley, 26 pues por la fe en Cristo Jesús todos ustedes son hijos de Dios, 27 ya que al unirse a Cristo en el bautismo, han quedado revestidos de Cristo. 28 Ya no importa el ser judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno solo. 29 Y si son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo.
La fe cristiana enseña que fuimos creados a la imagen de Dios… Somos fruto de la voluntad de Dios ya sea que vivamos en Chile o en Nigeria; en París o en el Ártico, en Estados Unidos o en China…
La imaginación de Dios se ha revelado amplia; abarca diversos rasgos y tonos de Piel. Con el pincel de la evolución, Dios le fue dando forma a esa diversidad que deseaba exteriorizar desde lo más profundo de su ser. Y en toda ella puso su Amor…
Puso su Amor en el color de tu piel, de mi piel, y en el color de la piel de todo ser humano. Dios puso su Amor en la forma de mis ojos, de tus ojos, de los ojos de todo ser humano. Dios puso su Amor en ti, en mi, y en todo ser humano…
Dios nos regaló la posibilidad de crear también…
Creamos diversas culturas y diversas formas de entenderlo a él; generando todas, una interpretación de la vida que necesita ser integrada para formar un todo representativo. Cuando pensamos en Dios, es importante considerar y respetar también lo que nuestro prójimo piensa de Él; considerar y respetar también el modo en que nuestro prójimo se relaciona con Él.
Cuando pensamos en cultura, es muy importante respetar la cultura que nuestro prójimo ha creado, pues ella enriquece la nuestra y nos entrega una mirada de mayor amplitud a cerca de lo que es la humanidad.
Quiero preguntarte:
Entonces: ¿Cuál era el color de piel de Eva? ¿Y cuál el de Adán? ¿Cuál era el color de la tierra con que nos creó? ¿Habrá pensado Dios en un color determinado? ¿O pensó sólo en Amor cuando los estaba formando? ¿Cuál es el color del Amor de Dios?
Si nos remitimos al texto de la creación en el Génesis, más que darle importancia a nuestra forma o a nuestro color, Dios se ocupó en darnos una tarea: Cultivar y Cuidar el Edén. Cultivar el Edén significa trabajar para hacer brotar la potencialidad que la tierra de ese bendito suelo contenía. Esa potencialidad se manifestó a través de los diversos tipos humanos que fueron surgiendo en la tierra y su cultura específica, según la voluntad de Dios. Él no nos pide apenas cultivar la tierra (Gn. 2:15), sino también cultivarnos a través de las diferentes perspectivas que hemos generado, en cuanto especie humana, en el mundo. Cuidar el Edén también significa “cuidar” a mi prójimo como a mí mismo. Sabemos que el término prójimo incluye a todo aquél que se aproxima a nosotros y nos necesita. Para ello es bueno ser empáticos y solícitos en responder sin que raza o cultura sean impedimento. Es una petición del Señor que nos “cuidemos” unos a otros constantemente. Y esa petición incluye no sólo a quienes se nos parecen, sino también a quienes consideramos “diferentes”.
Para los primeros cristianos (judíos en su amplia mayoría), fue un desafío tremendo incluir a los griegos y a los romanos como parte de su comunidad de fe. Hubo muchas barreras culturales y raciales que salvar. Hasta que se fue entendiendo la inclusividad presente en el evangelio de Jesús. Posteriormente quienes le dieron sustento a la iglesia cristiana naciente, fueron precisamente aquellos rechazados inicialmente, es decir: griegos y romanos. Entender la libertad presente en el evangelio y en la fe depositada en Cristo, produce un cambio paradigmático estremecedor para quienes están excesivamente aferrados a su cultura y costumbres de base. El evangelio de Jesús amplía la perspectiva hasta el punto de incomodarnos. En el texto de Gálatas se nos enseña que quién cree en Jesús, es hijo de Dios. Y como tales ingresamos a una comprensión integrada del mundo que nos rodea que incluye todos sus aspectos. Quien se entiende como hijo de Dios tiene un comportamiento coherente con el Amor de Dios, proclamado en la Biblia. En Cristo y su bautismo las barreras se desploman y nuestra comprensión de la humanidad se completa, sin discriminación de ningún tipo. Así, pasamos a ser herederos de las promesas que el Creador nos hizo en Abraham. Y asumimos el gran desafío de incluir paulatinamente los paradigmas que el Señor ha establecido y que desea que cada uno de sus hijos haga suyos. Alcanzamos la libertad cristiana cuando decidimos hacer nuestros los valores de Jesús y cuando decidimos construir nuestra ética a partir de ellos.
Que el Señor abra nuestros ojos y nos de la persistencia para realizar su voluntad en todo momento.
Amén.
11)Himno: 437. Sublime Gracia (Libro de Liturgia y Cántico)
12)Oración de la Comunidad:
Señor: queremos darte gracias por tu palabra; que nos invita a ampliar nuestros conceptos tradicionales. Te damos gracias, pues, creaste a todo ser humano a tu imagen. Te alabamos Señor, porque nos llamas a ser tus hijos. Queremos pedirte por aquellos que están solos, por aquellos que están enfermos, por aquellos que están sin trabajo. Muévenos, Señor; a ser compañía; a ser apoyo de quienes padecen necesidad espiritual y material. Te damos gracias Señor pues nos revelas tu Amor. Amén.
13)Padre Nuestro:
Padre nuestro…
14)Bendición Aarónica:
(Lector) Que el Señor nos bendiga y nos guarde; que haga el Señor resplandecer su rostro sobre nosotros; y tenga de nosotros misericordia. Que vuelva el Señor su rostro a nosotros y nos conceda su paz.
Podemos ir en paz, en el nombre del Padre; del Hijo; y del Espíritu Santo. Amén.
15)Himno de salida: 559. Mi espíritu, alma y cuerpo (Libro de Liturgia y Cánticos).