Pr. Eduardo Silva, Comunidad de Llanquihue.
Este orden busca facilitar la celebración del culto familiar. Utilizamos en forma totalmente inclusiva términos como “hermanos”, “nosotros”, y otros, que refieren a hombres y a mujeres. Tal como en nuestros cultos presenciales, queremos que todos los asistentes participen activamente.
En los distintos momentos, una o varias personas pueden oficiar como “guía” (G) o “familia”, según corresponda. Los himnos están vinculados a videos de YouTube, que vienen con las letras, de tal modo que si desean cantarlas lo pueden hacer acompañados de melodía. Sugiero tener previamente coordinadas las 11 paginas (4 himnos, preludio y posludio).
Les invitamos a preparar un ambiente adecuado para la celebración del Señor. Sugerimos habilitar un pequeño altar (por ejemplo, en una mesa u otra superficie estable), cubrirlo con un mantel blanco. Si desea considerar el calendario litúrgico, para este domingo sería el color verde, pero si no dispone de un mantel de ese color, el blanco está muy bien. Además, colocar una cruz, una biblia abierta (en un texto que sea significativo para ustedes como familia, un salmo, o en el del evangelio de hoy, etc.) y dos velas (una a cada lado de la biblia). Si no es posible contar con lo anterior, procuremos que nuestro espacio esté lo más libre posible de ruidos o elementos distractores (silenciar dispositivos móviles, alarmas, etc.).
Antes de comenzar, dispongámonos a participar activamente, revisemos este orden en su totalidad, asignemos las distintas secciones entre los presentes que guiarán, y, con actitud de recogimiento, comencemos.
1. Preludio:
https://himnarioadventista.org/himno-n-147-a-dios-sea-gloria-himnario-adventista/
3. Estamos reunidos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amen.
4. Introito:
Los que confían en Dios son como el monte Sion, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre!
Por eso: Glorifiquemos al Señor.
Familia responde (ideal si se acuerdan de la melodía o lectura)
Gloria sea al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era al principio
Es ahora y siempre por los siglos de los siglos Amen.
Guía
5. Confesión: Hermanos en la fe.
Ya que estamos claramente en presencia de Dios, abramos nuestros corazones y mentes al Señor. En el libro de los Salmos capítulo 125, 3
No siempre los malvados reinarán sobre el pueblo de Dios, para que la gente buena no practique la maldad.
6. Siendo así los invito a que unidos y en silencio confesemos a Dios, nuestro Padre Celestial, nuestra condición pecadora y de este modo nos sea posible continuar rindiendo culto a Dios apoyados en su misericordia. Acerquémonos de corazón recto a Dios, confiados en el amor y en la compasión de nuestro Señor.
7. Confesémonos ante Dios en la quietud de nuestros espíritus.
(30 a 45 segundos de silencio)
8. Nuestro socorro está en el nombre del Señor que hizo los cielos y la tierra.
Guía Familia responde
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Guía
9. Oración: Señor, gracias por escuchar nuestras oraciones, gracias por que tus misericordias son nuevas cada maña. Gracias por tu respuesta que se basa en el amor y la comprensión de nuestra existencia. Gracias Señor, porque por medio de tu perdón podemos iniciar el camino hacia la paz contigo, con las personas que nos rodean y con uno mismo. Gracias te damos gracias Señor por tu perdón.
10. ¡Gloria a Dios en las alturas!
Familia responde
En la tierra paz y a los hombres buena voluntad.
A Dios dad gracias dad honor y gloria en las alturas; pues
Sabio y grande protector, bendice a sus criaturas con fuerza y buena
Voluntad, remedia la necesidad, y alivia las tristuras
Guía Familia responde
11. El Señor sea con vosotros. Y con tu espíritu, AMEN.
Guía
12. La lectura para el día de hoy se encuentra en el Evangelio de Juan 11:1 – 4 (versión Traducción Lenguaje Actual, TLA):
1-2 Lázaro y sus hermanas Marta y María vivían en el pueblo de Betania. María fue la que derramó perfume en los pies de Jesús y luego los secó con sus cabellos. Un día, Lázaro se enfermó
3 y sus hermanas le mandaron este mensaje a Jesús: «Señor, tu querido amigo Lázaro está enfermo.»
4 Cuando Jesús recibió el mensaje, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte. Servirá para mostrar el poder de Dios, y el poder que tengo yo, el Hijo de Dios.»
13. Guía dice: Es palabra dada por Dios. Gloria a ti Cristo, Aleluya
Familia responde (ideal si se acuerdan de la melodía o lectura) :
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Guía
14. Los invito a confesar nuestra fe mediante el Credo Apostólico.
Creo en Dios Padre todopoderoso; creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso; y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Cristiana; la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amen.
15. Himno N°2: Al mundo paz, nació Jesús
Guía:
16. Sermón:
a. Texto bíblico en que se basa la meditación, 2 Timoteo 1:7 al 10.
7 Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.
8 Por lo tanto, no te avergüences de hablar bien de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, que estoy preso por servir a Jesucristo. Al contrario, tienes que estar dispuesto a sufrir por anunciar la buena noticia. ¡Ya Dios te dará las fuerzas necesarias para soportar el sufrimiento!
9 Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces pertenecíamos a Cristo Jesús.
10 Dios nos mostró ese gran amor por medio de lo que Jesucristo nuestro Salvador hizo por nosotros. Porque él destruyó a la muerte y, por medio de la buena noticia, nos ha dado la vida eterna.
b. Meditación:
Estimado lector de esta sencilla meditación. Nuevamente nos encontramos en la misma situación con el Covid-19 y leyendo una reflexión sobre un pasaje bíblico. Para todos nosotros no ha sido fácil adaptarnos a los nuevos tiempos. Algunas veces esta adaptación conlleva adentrarse en nuevas técnicas, métodos o ideas, que antes no conocíamos o no las considerábamos necesarias. Somos una especie que al tomar una costumbre nos cuesta cambiar luego nuestros hábitos. El cambio se puede decir que es lo único constante en la vida de cada ser humano, cambia el cuerpo, las ideas, los trabajos, las relaciones humanas, etc. Todo cambia, como dice por ahí una canción. Adentrarse en los cambios, solicita una mentalidad que desee arriesgarse, pisar un terreno desconocido, con situaciones que pueden implicar errores o desaciertos. Ante lo cual muchas veces tenemos miedos o posibles angustias, ante lo que pueda ocurrir. Para enfrentar estos, recibimos constantes alientos o ideas para enfrentar lo desconocido y se llega a la conclusión, que uno debe tener como mínimo una pisca de valentía. .
Ser valiente para la nuevo, no es la ausencia de miedos, sino que ser valiente es saber que se tiene miedo, pero a pesar de todo lo que uno se imagina que pueda ocurrir, sigue adelante. Dar los primeros pasos hacia lo desconocido a pesar de. En el pasaje, Pablo exhorta a Timoteo, a que la valentía para enfrentar lo que nos da miedo, viene del Espíritu Santo. No tenemos un espíritu que nos guía para ser cobardes. Dando una pauta muy interesante, que uno de los mayores miedos que uno puede tener, es el amar a los demás y de procurar vivir una buena vida cristiana. Si uno piensa en estos dos puntos, se percata, que la raíz del dolor humano, es la falta de amor que no tenemos entre nosotros y por ende nos lleva a vivir una vida, basada en lo que solo me conviene a mí o no me afecte, sin pensar en los demas. Unos podrán decir que el ser humano ha dado muestras suficientes para que no podamos confiar en él, pero el apóstol no insta que a pesar de esta realidad, no influya en nuestro ser y relación con Dios, y amemos al prójimo y más aún, que nuestra vida tome un camino que signifique no tener una vida en paz con nuestra conciencia. Amar al prójimo, no significa ser tonto o como dice en otro texto, ser manso no es sinónimo de ser menso. Tener paz interior es un regalo y una gran bendición, al hacer lo que Dios, Jesús o el Espíritu Santo nos pide. Podríamos plantearlo de otra forma: ¿Por qué tema estas dispuesto a perder tu paz o sana conciencia? ¿Cuánto vale tener o mantener tu paz?
Uno de los grandes retos o por aquello que podemos perder la paz, es al tener vergüenza por anunciar a Cristo. El anunciar a Cristo, no es solo decir en lo que uno cree. Es más profundo y complejo. Anunciar a Cristo es hacer lo que Jesús nos pide, en el momento, hora y lugar que se encuentra. Pero es más que eso.
Anunciar a Cristo, es dar el paso para intentar arreglar las cosas, cuando uno a fallado. Todos somos pecadores o todos hemos pecado. Realidad compleja, dura, que da vergüenza y nos coloca en una situación de gran dolor. Pero si damos los pasos para arreglar nuestras faltas, en la medida que se pueda, también anunciamos a Jesús, porque muestra en lo que creemos. Pero algunos dirán, hay cosas que nos se pueden arreglar, ya no hay forma. Es correcto, y nos pasa a todos. Ante esa situación, el anunciar a Cristo pasa por un camino, en el cual Dios nos pide que seamos valiente y aprendamos a vivir con la cruz que nos toca cargar. Valiente para enfrentar al que hemos dañado y pedir perdón o valiente para enfrentar al que nos ha dañado y perdonar. No es un camino, que se recorra en forma fácil y pronta. Muchas veces el gran obstáculo final, es seguir caminando, hasta encontrar el perdón para uno mismo. Siendo valientes para cargar esa cruz que nos ha tocado llevar. Enfrentarse a tener que amarse a uno mismo. sabiendo que ha cometido faltas, que le cuesta perdonarse, lleva a provocar una gran falta de autocompasión. Valiente para amar y para amarse, y a pesar de todo, seguir adelante con el dolor de saber como uno ha sido.
Pero Pablo no se queda sólo en ese punto, en el versículo 9, dice algo que es fuerte. Dios nos eligió, para estar dentro de aquel grupo de seres humanos, para anunciar su gracia y su amor. Pero uno de puede decir en forma interna “¿yo?, ¿pero si soy pecador? Donde voy hay gente que me conoce y sabe que no soy un santo. Saben el dolor que les he causado”.
Ante eso Pablo dice “…así lo planeo.” No planeo nuestras faltas, pero planeo aceptarnos tal cual como somos. Débiles, egoístas y pecadores. Todos tenemos tejado de vidrio, y es una realidad.
Pero también es una realidad que no podemos cambiar el pasado, pero con la ayuda del Espíritu Santo podemos cambiar el presente. Y como dice en una película, “….el presente es un regalo y por eso se llama presente.” El presente, el momento actual es un regalo que nos permite proyectar y planear un futuro distinto. La oportunidad de un recorrer esta vida de una forma diferente. De tal manera que podemos transformar una realidad en otra, mirando el pasado, presente y futuro de otra manera y con un gran equilibro. El pasado no pasa hacer mi juez, verdugo que aplasta mi presente. El pasado para ser mi fuente de experiencia, de la cual se aprende y se nutren mis conocimientos para tomar mejores decisiones. El presente no se vuelve omnipotente, que no me permite mirar el pasado en paz y sin importarme el futuro. El presente toma el regalo de la experiencia, mira el pasado con calma, permitiéndome disfrutar lo que tengo y dar pasos, aunque sean de incertidumbre, en paz. Porque tengo al presente, que Dios lo calma y saca lo bueno para nutrirme y el Espíritu Santo me da la fuerza para ser valiente para ese futuro. Por ende el futuro no es algo incierto, o que de miedo. El futuro pasa ha ser un lugar de paz y tranquilidad, porque en la medida que permito al Espíritu Santo, el Consolador, el Paracleto que me guíe, sabre que Él de igual está en ese futuro. Es increíble el poder de Jesús, que no solo nos consuela en el hoy, sino que puede consolar el ayer y el mañana. Nos hace vivir en forma equilibrada, sana en todo tiempo.
Ahora, el apóstol dice que Dios hace todo esto por amor a nosotros. ¡¡Si!!, por amor a ti, a mi y todos. A pesar como hemos sido, cada día nos da la oportunidad de caminar de una forma distinta la vida.
Solo me queda un tema al final, una pregunta que no sólo se la realizo al que lee estas sencillas palabras, sino que también a mí… ¿Daré o daremos el paso para que nuestras vidas sean guiadas por el Espíritu Santo? ¿El miedo me o nos controlará? ¿Permitiré o permitiremos que el Espíritu Santo nos transforme en valientes?
Que Dios los bendiga. Amén.
17. Himno N°3: Alma, bendice al Señor
18. Los invito en este momento a elevar nuestras oraciones a Dios en silencio (unos 30 segundos).
19. Padre Nuestro:
Vater unser im Himmel, geheiligt werde Dein Name.
Dein Reich komme. Dein Wille geschehe, wie im Himmel so auf Erden. Unser tägliches Brot gib uns heute. Und vergib uns unsere Schuld, wie auch wir vergeben unseren Schuldigern. Und führe uns nicht in Versuchung, sondern erlöse uns von dem Bösen. Denn Dein ist das Reich und die Kraft und die Herrlichkeit in Ewigkeit. Amen.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal; Porque tuyo es el reino el poder y la gloria por los siglos de los siglos, amen.
20. Bendición final:
Que el Señor nos bendiga y nos guarde, Que haga el Señor resplandecer su rostro sobre nosotros y tenga de nosotros misericordia. Que vuelva el Señor su rostro a nosotros y nos conceda su paz. Amen.
21. Avisos:
22. Himno N°4: Himno Amémonos, hermanos
23. Postludio.