La Red de Mujeres y Justicia de Género de las Iglesias miembro de la Federación Luterana Mundial (FLM) en América Latina y el Caribe ha emitido un comunicado público expresando desacuerdo y no aceptación contra la violencia hacia las mujeres y la cultura de la violación que culpabiliza a las víctimas.
Conscientes de las realidades de violencia desafiantes y sintiendo el dolor de muchas mujeres, jóvenes mujeres y niñas viven en el mundo que viven bajo culturas de violencia donde las violaciones y los feminicidios se siguen perpetrando atribuyendo la responsabilidad a las propias víctimas; la Red de Mujeres y Justicia de Género ha levantado la voz para “denunciar estas violencias y al mismo tiempo expresar una palabra de ánimo y de motivación desde la fe para seguir forjando procesos de cambio, de relaciones justas basadas en el amor y la justicia” indica el comunicado.
Las impactantes imágenes del video de la violación colectiva de una joven de 16 años en manos de aproximadamente 30 hombres ha sido el evento culminante que ha causado dolor e indignación entre las mujeres, lideres Cristianas y comunitarias y pastoras y teólogas quienes, haciendo uso de los medios de comunicación, decidieron expresar su indignación y rechazo a la brutalidad de la violencia contra las mujeres en el continente.
La Pastora Ángela Trejo Haager de la Iglesia Luterana Mexicana ha expresado junto con otras líderes su agradecimiento por el trabajo profético hecho durante estos días. “En Argentina marchamos de nuevo el viernes 3 de junio #Ni una menos. En Misiones cada día hay un nuevo crimen de violencia de género, sea violación, femicidio, u otro tipo de violencia” expresó Maria Elena Parras, Diácona de la Iglesia Evangélica Luteana Unida.
La distribución social roles y poderes en la sociedad todavía guarda rasgos fuertes de una cultura patriarcal donde el ejercicio de la violencia contra las mujeres es casi “normalizado”. La Red de Mujeres, analiza los últimos acontecimientos políticos en la región que en gran medida son influenciados por grupos religiosos fundamentalistas, se desvincula de toda forma que use las escrituras para institucionalizar la violencia. “En el ámbito patriarcal se crea y mantiene una cultura de legitimación y normalización de la violencia” indica el comunicado. “Los fundamentalismos religiosos han empujado a que de nuevo las mujeres seamos silenciadas e invisibilizadas en todos los sectores religiosos, políticos y sociales. (…) En nombre de la religión y de una lectura fundamentalista y literal de la Biblia, ten textos sagrados se intenta sacralizar las injusticias usando el nombre de Dios para justificar prácticas de exclusión, maltrato, sufrimiento” explica el documento.
Las mujeres de la Red explican que el lenguaje religioso es sutilmente usado para continuar afirmando el poder de poco hombres contras muchos, especialmente contra las mujeres. La violencia verbal, que muchas veces se camufla en mensajes subliminales pero que afirman una segunda o tercera categoría para muchas poblaciones vulneradas, especialmente mujeres, en los tejidos sociales desfigura “la dignidad de las mujeres”. Por otro lado, el silencio de las organizaciones sociales, de la cual la iglesia hace parte, no solo amenazan a los cuerpos femeninos sino contribuyen a la violencia y concretamente al asesinato que las mujeres viven día a día.
“Anunciamos que ninguna forma de violencia va con el deseo de Dios quien como Padre y Madre ha creado al ser humano –hombre y mujer- a su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Todos y todas somos personas dignas. En el texto bíblico encontramos narraciones que dan importancia y respeto a las corporalidades. Pero también encontramos una voz de denuncia ante los eventos de violencia basada en el género, doméstico, sexual, y de todo tipo” indica el comunicado.
El Secretario General de la FLM Rev. Dr. Martin Junge ha escrito una carta pública a las iglesias miembro de la FLM en la región expresando su total apoyo al poderoso y claro mensaje de la Red de Mujeres. No obstante, Junge afirma que la superación de toda forma de violencia no es un tema que trasciende la inquietud de las mujeres solamente. Este asunto concierne a todos, varones y mujeres. “La erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres no puede ser asunto de mujeres. Requiere de hombres y mujeres que a partir de su fe han comprendido que lo que culturalmente pueda aparecer como aceptable, el Evangelio lo desenmascara como inaceptable, y que los procesos de cambio necesariamente pasan por una transformación de las relaciones entre hombres y mujeres que coloque la dignidad y el bien de todas las personas al centro”.
La FLM está comprometida con la superación de la violencia contra las mujeres y promueve los documentos que la Secretaría para las Mujeres en la Iglesia y la Sociedad (MEIS) ha desarrollado y usa para el empoderamiento y la conversión: “La Iglesias dicen NO a la violencia contra las Mujeres” y la “Política de Justicia de Género”. “Insto a las iglesias a nuevamente retomar estos temas, o continuar profundizándolos. Las invito a sumarse a quienes desde otras vocaciones comparten la visión de superar la violencia contra la mujer. Las llamo a aportar a la conversión de mentes y corazones, desplegando con ello todo el potencial liberador del Evangelio de Jesucristo quien, antes de que perpetuar la violencia, tomó sobre si la violencia para que todos tengamos vida – vida en abundancia” termina su carta.
Animando a que las iglesias continúen involucradas en trabajar políticas de género, en promover la educación para el respeto, equidad, la justicia de género en las relaciones y estructuras de las propias iglesias, la Red de Mujeres hace un llamado para: