Entre los días 15 y 18 de julio se realizó el campamento de invierno de la Pastoral Juvenil Sur, por tercer año consecutivo fue realizado en el centro de retiro Koyamentu, en el sector de Metrenco a 15 minutos de Temuco, en la región de La Araucanía en Chile. Este año asistieron 7 jóvenes entre 15 y 17 años pertenecientes a la ILCH y a la IELCH, 2 pastores y una colaboradora, fue un campamento pequeño, pero intimo.
El tema de este año fue “La soledad” tratado desde su lado negativo como positivo, la soledad en la época actual y la soledad junto a Dios. Lo que fue trabajado a través de exposiciones, trabajo en grupo, reflexiones y actividades manuales, también se incluyeron juegos y una noche de película. Los encargados de la organización fueron el pastor Coordinador de la Pastoral Juvenil Sur Eduardo Silva, la Coordinadora de la Pastoral Juvenil Sur María Ignacia Hofmann y la Vice Coordinadora Karla Güttler.
Algunos jóvenes dieron su opinión respecto a lo que les pareció el campamento:
“El campamento de invierno en Metrenco es una buena instancia para desarrollarse como persona y como creyente. También permite conocer a personas de distintos lugares, reflexionar de temas de actualidad e incluso trabajar y relacionarse mas con el reciclaje y el medio ambiente.
Recomiendo mucho este retiro a cualquier persona de la comunidad que guste de buena compañia, momentos de reflexión o que solo necesite desconectarse del mundo real y acercarse un poco mas a Dios.” (Francisco Gómez, Llanquihue)
“Me gusto muchicimo el campamento, y mas que un campamento es una experiencia inolvidable acompañado de las personas y amigos que se pueden obtener y amparado siempre por el amor de Dios el cual se puede profundizar y conocer de mejor manera con un tema para reflexionar, lo recomiendo 100%” (Natalia Buschmann, Osorno)
“La verdad el campamento me pareció muy bueno ya que igual se hablo de un tema que practicamente se ve mucho en este tiempo, además que había un buen ambiente” (Mayra Romero, Santiago)
“El campamento me pareció increíble, compartí con mucha gente agradable y por sobre todo aprendí más de Dios y cómo afrontar la soledad. Fueron 4 días muy lindos y agradezco a cada una de las personas que fueron parte de la experiencia” (Aracely Del Río, Río Bueno)